Desde hace cinco años productores de cacao, organizaciones, empresarios y emprendedores de Tumaco, se reúnen alrededor de este cultivo con el propósito de consolidar el sector y contribuir a reconstruir el tejido social de Tumaco.
“Como la variedad de cacao que trabajamos es escaso, nos dio por transformarlo con la ayuda de madres cabeza de familia que se dedicaban a los cultivos ilícitos. Antes de ponerse a raspar la hoja de coca, era mejor recuperar los conocimientos de nuestros ancestros que habían quedado en el olvido”.
Este es el testimonio de Carlos Ampudia, miembro de Asopalmira, asociación que está consolidando la marca Chocopimienta en Tumaco, Nariño. Trabajando desde hace más de siete años con el cacao fino de aroma porcelana, reconocido con la distinción de Cacao de bronce en la última edición del concurso Cacao de Oro, Ampudia sueña que este producto cruce fronteras y llegue a los paladares de todo el mundo. Una de las iniciativas que más ha aportado a este objetivo es el festival Chocofest, el cual se celebra hace cinco años en Tumaco.
“El festival de la felicidad, como le hemos llamado, es un espacio para visibilizar productos y servicios de la familia cacaotera del Pacífico sur colombiano; porque ya no es solo Tumaco, sino los demás municipios de la costa pacífica de Nariño, y este año pudimos contar con productores de la hermana república de Ecuador”, señaló Raúl Araújo, director de competitividad y productividad empresarial de Tumaco, sobre el evento que se llevó a cabo entre el 13 y el 17 de septiembre.
Es así como el programa Rutas PDET del Fondo Europeo para la Paz, está implementando iniciativas para el mejoramiento de la productividad, la competitividad y la sostenibilidad de la cadena cacaotera en este municipio. Desde el año pasado se unieron al Chocofest, un espacio estratégico para visibilizar las acciones y la actividad productiva que se ha gestado en torno a la cacaocultura.
“Alrededor del festival hay más de 80 organizaciones empresariales (asociaciones, cooperativas, organizaciones privadas, productores individuales). A través del programa impulsamos actividades específicas, apoyamos en el desarrollo del festival, con logística y realizar actividades en el marco de la rueda de negocios”, aseguró Nayibe Rojas, coordinadora de Rutas PDET en Tumaco.
La experiencia de los productores
“Le dimos el nombre de Chocopimienta porque es lo que producimos aquí en Tumaco. Se investigó primero para ver con qué variedad trabajábamos, luego miramos que nuestros ancestros utilizaron la pimienta con un programa de prevención de enfermedades. Entonces miramos la posibilidad de moler ambos productos. Es un matrimonio que va a durar toda la vida”, explicó Ampudia.
Desde que iniciaron han sido muchos los obstáculos que han tenido que superar, pero, ahora representan el cacao de Tumaco en ciudades como Bogotá, Neiva y Pasto. “Este producto ya lo probaron en Francia, Canadá y Países Bajos. Estamos consiguiendo clientes fijos y hemos tenido la oportunidad de poner nuestro producto en vitrinas de Pasto”, apuntó Ampudia con orgullo.
Lo que hace novedoso al cacao porcelana es su aroma y sabor. Son verdes y por dentro terminan siendo blancos; además tiene una variedad interna que puede poseer el 98% de cacao puro. Chocopimienta tiene presentación de 200 gramos para taza (con o sin pimienta), chocolatinas y actualmente están experimentando con la canela para el cacao de mesa.
“Nunca imaginé que este cacao tuviera el potencial que tiene. Cuando dejamos los cultivos de uso ilícito la única alternativa era una variedad de cacao de baja calidad. Nosotros dijimos que no podíamos llorar sobre la leche derramada y encontramos esta posibilidad. Tiene una diferencia exorbitante de precio”, puntualizó, a la vez que mostró su ilusión por poder enseñar todos los conocimientos que han adquirido. “Nosotros iniciamos con el SENA y ahora ellos llegan a nosotros para que los orientemos. Éramos alumnos y ahora nos estamos volviendo profesores”.
Caso similar es el de Alirio Taicuz, miembro de Procacao, quien dice que el cacao le ha cambiado su vida. “Cada vez que me invitan a las ferias me siento feliz porque la gente valora nuestro producto. Es evidente que entienden que es un producto 100% natural y sin químicos (…) Nosotros tenemos chocolate amargo, saborizado con clavo, canela y azúcar. También sacamos cobertura al 70%, licor, manteca de cacao y hacemos chocolatina negra y blanca”, señaló.
Aunque fue desplazado de su resguardo indígena, Taicuz encontró en este producto la conexión con sus ancestros y una posibilidad para dejar un legado a las futuras generaciones. “La idea de nosotros es seguir a futuro con una empresa. Lo vemos como la salida a todos los males que durante mucho tiempo han estado presentes en nuestro territorio. También lo veo como la oportunidad de dejarles algo a mis hijos y a mis vecinos”.
El rol de las mujeres
Las mujeres dedican cada día el triple de tiempo que los hombres al cuidado y al trabajo doméstico no remunerado, asegura la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un informe de 2020. Esa situación empeora en la ruralidad por la falta de herramientas y servicios públicos como estufas, agua y transporte. Según explicó en su momento Paola Jiménez, asesora en equidad de género del programa Rutas PDET, las mujeres rurales están expuestas a discriminación de diferente índole, pues tienen menos acceso a tierras, créditos, asistencia técnica y recursos productivos.
Por este motivo, el enfoque diferencial y de género ha sido uno de los factores transversales para tener en cuenta en el proceso de producción del cacao. “El cacao en Tumaco lo lideran las mujeres, son quienes están abanderando la cacaocultura. Están trabajando en campo, sembrando y cosechando. También están a cargo de la comercialización y la producción artesanal. Nosotros, teniendo un enfoque diferencial, trabajamos con las mujeres, fortaleciendo capacidades en temas de género”, aseguró Nayibe Rojas.
Esta historia contribuye al Pilar 4 del Fondo Europeo para la Paz: Productividad sostenible e incluyente. Si quieres conocer más sobre los pilares del Fondo, haz clic aquí
Sobre el Fondo Europeo para la Paz
El Fondo Europeo para la Paz es un mecanismo de cooperación de la Unión Europea creado para acompañar al gobierno colombiano en la implementación del Acuerdo de Paz, con énfasis en el Punto 1 de Desarrollo Rural Integral y Punto 3 en lo que concierne a la reincorporación de la población excombatiente de las FARC-EP a la vida civil. En el marco del Fondo se han puesto en marcha 31 intervenciones mediante las cuales se pretende contribuir a la reconciliación de la sociedad colombiana, a la reincorporación social y económica de excombatientes, a la equidad de género y la inclusión de sectores vulnerables de la población, al desarrollo rural sostenible e incluyente, y a la presencia legitimadora de Estado y la gobernanza local. La cobertura geográfica de las diferentes acciones del Fondo abarca 27 departamentos y 145 municipios del país.