El campo colombiano es un reservorio de oportunidades que el Fondo Europeo para la Paz, a través del proyecto Colombia PUEDE, implementado por el Centro de Comercio Internacional (ITC, por sus siglas en inglés), decidió identificar y apoyar en el departamento de Nariño. Una de estas oportunidades es la producción de coco, con gran atractivo comercial en el país ya que no se logra cubrir la demanda existente, habiéndose incrementado las importaciones en los últimos 10 años. Uno de los colectivos que incursionó en este prometedor cultivo fue la población firmante de paz de Tumaco, pero tenían dificultades para encontrar un mercado estable. Varias familias de la zona también estaban produciendo coco, pero no había una valoración colectiva que permitiera alcanzar una rentabilidad satisfactoria, a pesar de la importante oportunidad comercial que representa esta cadena de valor. En este escenario, la Cooperativa Nueva Esperanza del Pacífico (COOMUNTU), en Tumaco, decidió apostarle a la producción y la comercialización del coco con el apoyo del proyecto Colombia PUEDE, involucrando no solamente a las 33 personas en proceso de reincorporación que la constituyen, sino también a 41 productores y productoras de las comunidades aledañas. El proyecto apoyó los procesos de comercialización a través de capacitaciones y acompañamiento técnico-comercial. También se fortaleció la cadena de valor con la construcción de un centro de acopio en la región de Río Mejicano. En 2021, se realizaron las primeras ventas de 14 toneladas de coco y un acuerdo comercial a largo plazo con una empresa barranquillera, como lo explica el representante legal de la cooperativa COOMUNTU: “Lo que hemos logrado con esa alianza comercial es que nosotros ya tenemos un mercado fijo y asegurado y así podemos darles mejores precios a nuestros productores.”
Con el acompañamiento brindado por el proyecto, las y los integrantes de la cooperativa también han mejorado sus conocimientos en gestión organizacional: ganaron autonomía para la redacción de informes técnicos y financieros, tienen la gestión administrativa al día y una mejor dinámica organizacional.
Hoy la cooperativa emplea a 3 personas fijas: un asesor comercial, un auxiliar de bodega, una auxiliar contable y administrativa y, dependiendo de las órdenes de compra, contratan mano de obra para cosechar, recopilar, pelar y seleccionar la producción de coco.
“Los profesionales de Colombia PUEDE vinieron a brindar unas capacitaciones muy valiosas, como por ejemplo, para el comité de comercialización, el comité financiero, el comité administrativo y también a mí como gerente en formación. Nos ha servido para organizarnos como cooperativa y comercializar cada día más nuestro producto.” asegura el representante legal de la cooperativa. Adicionalmente, se diseñaron herramientas de comunicación y con esa nueva visibilidad, varios productores y productoras se acercaron para proponer la venta de su producción, dándole así a COOMUNTU un rol clave de comprador, acopiador y comercializador dentro de la cadena de valor territorial del coco. “Gracias a los elementos de visibilidad, hay más personas que han llegado a darnos sus contactos para que les compremos su producción, porque se han enterado de que somos una cooperativa que quiere beneficiar al territorio”, afirma el representante legal.
Las perspectivas que la cooperativa tiene para el año 2022 son aumentar el capital de trabajo, extender las compras a nuevos municipios, seguir diversificando su portafolio de clientes y las opciones de comercialización del coco. Por ejemplo, se contempla desarrollar una barra de chocolate destinada al mercado nacional e internacional, en asociación con la Cooperativa Judío Errante, de Meta, productora de cacao. Esta iniciativa se llevaría a cabo en el marco de las líneas estratégicas de ECOMÚN para articular y dar valor añadido a iniciativas productivas lideradas por firmantes de paz. Por su parte, algunas integrantes de COOMUNTU han decidido poner en marcha una nueva iniciativa dentro de la cadena, con el fin de diversificar los canales de comercialización del coco a nivel local: un salón de belleza. Esta iniciativa, financiada por entidades de orden nacional e internacional y liderada por 24 mujeres, seis de ellas miembros de COOMUNTU, contribuirá a la integración de las mujeres firmantes de paz en el tejido económico territorial y fomentará el uso y la comercialización de aceite de coco, como lo expresa la tesorera de la cooperativa: “Estamos en un proyecto de salón de belleza que se llama Sintética, enfocado a rescatar el legado ancestral afrodescendiente que hay acá en el territorio”.
En conclusión, COOMUNTU está desarrollando una iniciativa productiva que les ha permitido ser parte del tejido económico de Tumaco y establecer lazos de confianza y vínculos comerciales con las comunidades aledañas. Este proceso ha ido acompañado del fortalecimiento organizativo de la cooperativa y de sus capacidades administrativas, financieras y de comercialización, incluyendo la adopción de estrategias para dar valor agregado al producto y diversificar los canales de venta, creándose condiciones a favor de la sostenibilidad de la cadena del coco como fuente generadora de empleos e ingresos para la población firmante de paz.
Esta reseña de caso, que contribuye al Pilar 2 del Fondo Europeo para la Paz: 2. Reincorporación de exintegrantes de las FARC-EP a la vida civil en lo económico y lo social, fue publicada en el XII Informe de seguimiento del Fondo Europeo para la Paz (octubre – diciembre de 2021), y refleja algunos de los logros del proyecto Colombia PUEDE, ejecutado por el International Trade Centre (ITC). El texto está basado en documentación facilitada por el International Trade Centre (ITC) y en entrevistas a miembros de su equipo y a actores clave del proceso, algunos de cuyos testimonios se recogen en los párrafos en cursiva.
Sobre el Fondo Europeo para la Paz
El Fondo Europeo para la Paz es un mecanismo de cooperación de la Unión Europea creado para acompañar al gobierno colombiano en la implementación del Acuerdo de Paz, con énfasis en el Punto 1 de Desarrollo Rural Integral y Punto 3 en lo que concierne a la reincorporación de la población excombatiente de las FARC-EP a la vida civil. En el marco del Fondo se han puesto en marcha 31 intervenciones mediante las cuales se pretende contribuir a la reconciliación de la sociedad colombiana, a la reincorporación social y económica de excombatientes, a la equidad de género y la inclusión de sectores vulnerables de la población, al desarrollo rural sostenible e incluyente, y a la presencia legitimadora de Estado y la gobernanza local. La cobertura geográfica de las diferentes acciones del Fondo abarca 26 departamentos y 147 municipios del país.